El grupo catalán Anabel Lee hizo su debut en la sala oscense El Veintiuno
En la presente temporada la sala El Veintiuno está apostando por muchos artistas y grupos que no habían hecho todavía su debut en Huesca. Uno de ellos, Anabel Lee, actuó el sábado en la sala oscense.

El trío de Tarrasa, que está formado por el cantante Víctor Mejías, el bajista Albert Perdices (que no paró de dar botes toda la noche) y el baterista Jordi Orellana y que en esta actuación oscense contó con una joven guitarrista como apoyo a la música del trío, se creó en 2019 y basa su sonido en una poderosa combinación de power pop, punk y nueva ola ochentera, tal como se pudo apreciar claramente en los dos álbumes que han grabado hasta la fecha, el homónimo Anabel Lee y Ganamos perdiendo.
Anabel Lee es el título de un cuento de Edgar Allan Poe y es también el de una canción de Radio Futura, que al parecer, es el verdadero origen del nombre de este grupo, que, de cualquier forma, afirma que en su caso se pronuncia Anabel Lee (tal como suena) o Anabel “Li”.

Con un público ganado para la causa desde el primer momento, el grupo arrancó su actuación con Deberías estar conmigo, el tema que inauguraba su primer álbum en clave de puro power pop. Las dos siguientes piezas se situaron más cerca del indie: Sobran detectives y Cristales rotos, cuyo ritmo pareció evocar esa joya del pop español que es Perlas ensangrentadas de Alaska y Dinarama.
Volvieron al power pop con Tus putas canciones, que trata sobre la evanescencia de la música. Enlazaron después un punk-pop a lo Rezillos/Revillos de Roma caerá y Me das asco, tema coreado a voz en grito por todo el público.

Por su parte, Fleabag (gente real) miró al punk nuevío de Glutamato Ye-Yé. Llegó después uno de los más esperados de la noche, Enchochado de ti, muy en la onda del punk-pop, entre Weezer y Green Day, uno de sus referentes.
Drama en el Sonorama comenzó a lo dulce de balada para pasar después a un pop-rock melódico, en la misma línea de El espacio, al que precedió Qué quieres de mí, canción en la que hicieron un guiño al Cumpleaños total de los Planetas.

Tampoco faltó su tema más reciente, avanzo de su tercer álbum, Ven a juzgar, en clave de post-punk, envuelto en unos arreglos oscuros. Y siguieron después con Cabezas de cartel, que se acercó de refilón del Dancing with myself de Billy Idol.
La sorpresa saltó cuando asombraron a los allí presentes con Como un burro amarrado en la puerta del baile, el conocido tema de El Último de la Fila que Víctor Mejías cantó subido a la barra. Una acción que constituye ya un clásico de El Veintiuno.

Ya en la recta final, Anabel Lee interpretaron la rockera La mejor canción del año y, como broche, Natural para Vogue, de nuevo evocando al gran Billy Idol.
Se despidieron saludando al público mientras sonaba por los altavoces American Idiot de Green Day, un clásico del punk-pop. Y es que está claro que este grupo de Tarrasa combina la actitud punk con un corazón pop.

Texto: Luis Lles
Fotos: @Alexio.Raw
Fuente: Diario del AltoAragón